nov 28

Este pasado fin de semana de noviembre de 2006 pasará a la historia del balonmano como el día en el que los catorce mejores clubes de Europa dieron un golpe en la mesa para decir ¡basta ya! a los cuantiosos y reiterados abusos que, en su opinión, están cometiendo tanto la Federación Europea (EHF) como la Internacional (IHF). Atropellos en forma de un caprichoso calendario preñado hasta la saciedad de eventos, y de unas exigencias en los derechos publicitarios que han llevado a estas catorce entidades a buscar la unión para hacer la fuerza. Una unión que, desde hoy, se denomina oficialmente ‘G14’.

El Hotel Intercontinental de Dusseldorf , a muy pocos kilómetros de Colonia, donde se ha celebrado la Supercopa, fue el lugar elegido por los representantes de los catorce clubes para dar legalidad a un proyecto que se viene fraguando desde hace muchos meses.

Lo más probable es que el primer presidente del G14 sea un hombre de la confianza de Domingo Díaz de Mera, Joan Marín. Con más de 20 años al frente de la sección de balonmano en el Barça, fue ‘fichado’ por el presidente del BM Ciudad Real para que se pusiera al frente de su grupo empresarial televisivo (CRN). Ahora, ha llegado el momento de que Joan Marín regrese al balonmano para sacar rendimiento a unos conocimientos imprescindibles en el cargo para el que ha sido propuesto: balonmano + televisión. Lo que es seguro es que el primer presidente del G14 será español (así lo han decidido los clubes), y estará acompañado por dos vicepresidentes de mucho peso, uno alemán y otro esloveno. Hasta el momento, el único candidato es Marín que contará con el respaldo de Ademar y Portland, a la espera de la postura del Barcelona. El criterio de entrada al G-14 es el haber ganado algún título europeo en los últimos 5 años. De ahí que falte algún nombre importante como pueda ser el Gummersbach alemán. El presidente del Ademar, Juan Arias, viaja hoy a la ciudad alemana de Dusseldorf para constituir oficialmente el G-14: un selecto grupo que reúne a los clubes más fuertes de Europa y que tienen en sus vitrinas al menos un título continental. El objetivo del G-14 es impulsar un foro donde se planteen los principales problemas de los clubes de balonmano «y pelear por sus intereses porque en este momento no existe ningún organo que proteja esos intereses, tanto ante las distintas federaciones como en la Federación Europea». A juicio de Juan Arias, presidente del Ademar de León, una de las primeras tareas del G-14 sería la de mejorar la coordinación de todas las competiciones. «Creemos -apuntó- que priman los intereses de la federaciones, de la Federación Europea y de las selecciones sobre los equipos». El G-14 también quiere que los jugadores tengan un seguro cada vez que acuden a convocatorias con sus selecciones y por último que los clubes tengan más participación en lo tocante a la obtención de beneficios. «Las competiciones internacionales perjudican más que benefician», señaló.

Update1: Los club incluidos son Kiel, Flensburg, Lemgo y Magdeburgo, de Alemania; Barcelona, Ciudad Real, Portland y Ademar, de España; Montpellier, de Francia; Celje, de Eslovenia; Chehovskie, de Rusia; Veszprem, de Hungría; Zagreb, de Croacia; y Kolding, de Dinamarca.

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